La
Caza ha estado siempre presente en España. Forma parte de su cultura
popular, incluso la Constitución permite su transferencia a las
Comunidades Autónomas a través de su Artículo 148.1. 11.
Podríamos
preguntarnos el motivo por el cual el hombre ha cazado durante toda
su dilatada existencia hasta nuestros días; unos dirían que lo
llevan en sus genes; otros dirían que lo han heredado de sus padres
y antepasados; otros afirmarían que es una de las pocas actividades
que se pueden practicar en su pueblo. Pero sea por lo que sea, la
Caza forma parte de la vida tradicional de la gente de los pueblos y
aldeas, es un fenómeno que se expresa y se manifiesta en cada uno de
ellos con su propia idiosincrasia y cultura, siempre ha estado
presente en España.
Quién
no recuerda la película española de 1978 «La Escopeta Nacional»,
o al cetrero y cazador Dr. Félix Rodríguez de la Fuente, o la
cantidad de bocas hambrientas que se llenaron en tiempos difíciles
en España a través de la caza, por no hablar de las grandes
aportaciones hechas a la sociedad actual por las organizaciones
sociales prehistóricas y ancestrales: las sociedades de
cazadores-recolectores, como ya expresé en mi artículo «La
caza debería declararse Patrimonio de la Humanidad»,
al afirmar: «La
caza ha transmitido habilidades, formas de vivir, valores,
comportamientos, enseñanzas, respetos y actos que la humanidad
actual le debe a la caza, y a la cultura que ha transmitido de
generación en generación a lo largo de la existencia del hombre».
En
la actualidad, hay voces críticas con la caza, tal vez sin detenerse
a pensar que ciertas exigencias o imposiciones pudieran estar en
contra de la cultura popular del pueblo español y, con ello, contra
el mandato constitucional, lo que conllevaría a que los poderes
públicos debieran intervenir para garantizar la conservación de ese
patrimonio cultural popular que es la caza.
Pero
¿qué es la cultura popular?
El Diccionario de la lengua de
la Real Academia Española {RAE) la define como:
«Conjunto
de las manifestaciones en que se expresa la vida tradicional de un
pueblo».
Considero
que no hay cosa más tradicional en la vida de los pueblos y en sus
gentes en España que la Caza. Recordar las pinturas rupestres con
escenas de caza que expresaron la cultura de aquellas épocas, o la
creación de utensilios que utilizaban nuestros antepasados
prehistóricos para cazar (losas, trampas, lanzas, arcos y flechas,
etc.); o el comercio de compra-venta de aves rapaces para el
ejercicio del arte de cetrería por aldeas y pueblos de España,
durante la Edad Media; o los Centros de Cazadores que existían a
principios del siglo pasado en muchos pueblos, donde se reunían los
cazadores para compartir y confraternizar los momentos y sabores de
la caza; o esa forma o modo de vida de muchas personas que viven en
las zonas rurales, que durante siglos han practicado la caza como
forma de esparcimiento y distracción, y que les ha aportado alimento
a su dieta diaria, contribuyendo
al equilibrio poblacional del desequilibrio de ciertas poblaciones,
como el jabalí, el conejo, etc.;
o de tantas y tantas viandas creadas en nuestros pueblos a base
de animales cazados, y que a día de hoy forman parte de esa rica,
variada y extensa gastronomía española.
Eso
que hacen las personas que viven en nuestro mundo rural, la caza, y
todo el conjunto de acciones y manifestaciones que se realizan
alrededor de ella forma parte de la cultura popular y de la gente que
allí vive, es su cultura. La Caza es Cultura, además de otras
muchas manifestaciones y expresiones sociales: artesanía, arte,
gastronomía, turismo, sociedad, profesionalidad, etc., y forma parte
de la idiosincrasia de la gente de nuestros pueblos rurales y del
medio natural.
Si
la Cultura de España es responsabilidad de los poderes del Estado
Español, según afirma nuestra Constitución, por ejemplo, en su
Preámbulo: «Proteger
a todos los españoles y pueblos de España en
el ejercicio de los derechos humanos, sus
culturas y tradiciones,
...».
En su artículo 44.: «1.
Los
poderes públicos promoverán
y tutelarán el
acceso a la cultura,
...».
O en su artículo 46.: «Los
poderes públicos garantizarán la conservación y promoverán el
enriquecimiento del patrimonio histórico, cultural
...».
O en el artículo 148.1.: «Las
Comunidades Autónomas podrán asumir
... 17. El
fomento de la cultura,
...».
O el 149.1.: «El
Estado tiene competencia exclusiva sobre las siguientes materias:
28. Defensa
del patrimonio cultural,
...».
Si
la Caza es Cultura, y popular en nuestros pueblos, y las autoridades
tienen la responsabilidad y la obligación de proteger, promover,
conservar, fomentar y defender su cultura, como afirma nuestra Carta
Magna, yo me pregunto: ¿Por qué nuestros poderes públicos, el
Estado o nuestras Comunidades Autónomas no protegen, promueven,
conservan, fomentan y defienden la Caza?
ARTÍCULO DE OPINIÓN
Víctor
Rafael Mascarell Mascarell
Presidente
de la Federación de Cazadores de la Comunidad Valenciana (FECA-CV),
y miembro de la Junta Directiva de la Unión Nacional de Asociaciones
de Caza (UNAC). Real de Gandía (Valencia), 13 de noviembre del
2018.
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