La inusual bonanza meteorológica en el centro de Europa es la causa de la escasez de piezas.
Mallorca es uno de los lugares donde se tiene una especial predilección por la captura de tordos, tanto es así que preservamos nuestra forma ancestral de hacerlo
Ni collers ni escopeters están contentos este año con la temporada de caza de tordos, y es que las esperadas piezas siguen siendo eso, esperadas. "Apenas se ven parece que este año no han querido venir a invernar aquí", explica Pedro Vanrell, presidente de la Asociación Balear de Entidades de caza.
El tordo (Turdus philomelos), también conocido como zorzal común es una especie de ave paseriforme de la familia Turdidae, que habita buena parte de Eurasia. Presenta dorso marrón y vientre amarillento con manchas oscuras generalmente color café y se clasifica en tres subespecies. Su particular canto, que repite frases musicales, ha merecido frecuentes alusiones poéticas.
El zorzal construye un nido de barro sobre un árbol o arbusto y empolla cuatro o cinco huevos azules con manchas oscuras. Es un ave omnívora que tiene la costumbre de utilizar una determinada piedra a modo de yunque donde romper caracoles.
Es un ave migratoria que pasa las primaveras y veranos en Europa central y del norte, donde cría, y los otoños e inviernos en el Mediterráneo. Los cazadores mallorquines sienten una especial predilecciónpor este ave. De hecho, es tan apreciada que es el ingrediente principal de varios platos típicos de la isla, por ejemplo, los conocidos tordos con col, por no hablar del arroz brut. Es tanta la afición cinegética sobre este ave que incluso se ha preservado la modalidad propia de caza (al coll) como una excepción en la ley.
Que este año la temporada vaya tan mal es atribuible básicamente a la increíble meteorología que se está dando en Centroeuropa. Un invierno increíblemente suave ha provocado que centenares de miles de estas aves, que de otra forma hubieran recalado en las costas españolas, hayan decidido quedarse en sus cuarteles de verano.
Migración
Joan Manera, director insular de caza, explica que "la migración del tordo desde Rusia, Alemania, Polonia etc, se provoca básicamente por la carestía de alimento. En un invierno normal, con tormentas y nieve en esos lugares, los tordos descienden hasta las cuencas del mediterráneo buscando, especialmente el olivó, las olivas y el lentisco, entre otras bayas". Manera explica que "básicamente lo que ha ocurrido es que el tordo se ha encontrado con comida abundante y razonable buen tiempo en Centroeuropa y no ha emigrado".
Diario de Mallorca
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