1º)
COMO ERA ANTES EL HABITAT DE LA PERDIZ Y COMO ES AHORA.
Las
zonas centro y sur de Navarra hace 50 años eran un paraíso de todo
tipo de especies, entre ellas la emblemática perdiz roja, al ser un
hábitat asociado a una agricultura y ganadería tradicional y al
característico hábitat ideal para el desarrollo de las especies
esteparias en forma de mosaico en el que se mezclaban campos de
cultivo tradicional salpicados con liecos de matorral autóctono
mantenidos con el ganado y las quemas controladas.
¿Qué
ha ocurrido desde entonces? El problema, tal como ha sido corroborado
por los estudios realizados, es claramente por la degeneración del
hábitat, en su mayor parte provocado por la agricultura moderna, los
regadíos, unas concentraciones parcelarias muy agresivas con el
medio, y los agresivos métodos de laboreo, recolección, recogida de
los cultivos y de la paja, así como el abuso de fitosanitarios,
herbicidas. Si a toda esta degradación que se queda sin cobertura
vegetal le sumamos un exceso de predadores, actualmente nos
encontramos con lo que tenemos.
VISICITUDES
QUE TIENEN QUE PASAR LAS PERDICES QUE CONSIGUEN NACER HASTA LLEGAR A
ADULTAS
El
primer problema es que que los lugares donde antaño vivían por la
degradación medioambiental están al límite de su capacidad de
carga para albergar sus poblaciones, ya que por un lado los campos
después de ser cultivados y retirada la paja están como un erial
sin protección alguna, y los liecos donde antaño se refugiaban y
obtenían alimento, están en parte agregados incorrectamente a zonas
cultivables e invadidos de vegetación impenetrable.
En
los años buenos en los que la climatología es favorable las parejas
de perdices incuban entre una docena y dieciséis huevos, pero si
tienen la suerte de que ningún predador de con ellos o no sean
destrozados por la maquinaria agrícola, tras nacer los pollos,
conforme va pasando el tiempo ven drásticamente menguando su número,
quedando muy unos pocos ejemplares después del verano antes de
empezar la caza.
El
primer envite que deben de superar es que como cada vez hay menos
lugares donde poner los nidos, muchas parejas se ven obligadas a
depositarlos en el cereal, resultando destruidos muchos de ellos tras
el paso de las cosechadoras y empacadoras. El Gobierno de Navarra ha
elaborado con la colaboración de los cazadores un estudio que lo
demuestra, pero desde ADECANA no vemos que estén llevando a la
práctica medidas para solucionarlo.
Las
que logran sobrevivir a ello, tienen un gran problema, y es que el
único alimento de las perdiganas en sus primeras semanas de vida son
los insectos, y con la proliferación de herbicidas, insecticidas y
fitosanitarios que actualmente se trata el campo prácticamente ya no
existen o los pocos que restan en el campo o están muertos o
afectados por los venenos de los tratamientos, muriendo muchas de
ellas por falta de alimento.
¿Qué
ocurre con las medias perdices que a pesar de ello han conseguido
sobrevivir? Que tras la recolección del cereal y recogido de la
paja, y posterior arado de los campos, estos se han convertido en
espacios sin protección alguna, por lo que cuando se tienen que
desplazar grandes distancia en busca de alimento y agua, están a
merced de todo tipo de predadores que en su camino las acechan. Antes
en cualquier ezpuendas o barranco había manantiales donde podían
beber, pero con las concentraciones parcelarias muchos de ellos los
han hecho desaparecer.
Todos
los años por estas fechas los cazadores naturalistas nos acercamos
ilusionados a los campos para comprobar, escuchando sus cantos, la
abundancia de codornices y resto de especies que están allí
intentando criar a sus pollos, pero conforme se van laboreando los
campos nuestras ilusiones se desvanecen cuando entran las
cosechadoras y las recogedoras de paja, dejan todo convertido en un
erial sin posibilidad de vida alguna.
NORMATIVA
QUE NO SE APLICA Y PROPUESTAS DE MEJORA DE LA MISMA.
Para
resolver este grave problema, se pueden hacer muchas actuaciones para
frenar este deterioro, pero no debemos olvidar que por la Ley
Foral de Protección de la Fauna Silvestre y sus Hábitats,
el Gobierno de Navarra y el resto de las Administraciones Públicas
están obligados por Ley a velar
por el mantenimiento de la biodiversidad mediante medidas para la
conservación de la fauna silvestre, especialmente de la autóctona y
de sus hábitats naturales, que la protección, conservación y
mejora de la fauna silvestre y sus hábitats comprende tanto las
acciones encaminadas a su potenciación como a la prevención y
eliminación de las conductas y actividades que supongan una amenaza
para su existencia, conversación o recuperación, y que a pesar de
que su inspección, vigilancia, protección y control de la fauna
silvestre corresponde al Departamento de Medio Ambiente, poco o nada
hacer para arreglar este gran problema medioambiental.
A pesar de que por Ley está prohibido
alterar y
destruir los hábitats naturales, nidos, vivares y áreas de
reproducción, invernada o reposo, y que los
agentes de la autoridad tienen el deber de interrumpir cautelarmente
cualquier actuación que vulnere lo anterior, teniendo que dar cuenta
inmediata de ello al Gobierno, que pocas veces vemos que no hagan.
A
pesar de que por Resolución se formuló la Declaración
de Impacto Ambiental del Proyecto de Planta de Biomasa en Rocaforte
cuyo fin era minimizar todo lo posible los impactos medioambientales
de la gestión de la paja por parte de la misma, lo cierto es que no
se están cumpliendo los requisitos que en ella se exigieron.
Nos
quejamos de que está desapareciendo la fauna ligada a la estepa
cerealista, pero lo cierto es que desde el Gobierno de Navarra está
haciendo muy poco o más bien prácticamente nada para frenar este
deterioro.
Este
tipo de normativas tiene por objeto determinar los
requisitos legales de gestión y las buenas condiciones agrarias y
medioambientales, llamados requisitos de condicionalidad, a los que
hace referencia un Reglamento de la Comunidad Europea aplicables a
los regímenes de ayuda directa en el marco de la política agrícola
común.
En
base a ellos la Administración está obligada a promover y primar
la adaptación de ayudas al ciclo biológico de las aves esteparias,
compensando la merma o quebranto que se ocasione al agricultor, pero
nunca pagar por romper dichos ciclos de reproducción y refugio.
El
cumplimiento de estas normas está supeditado a la concesión de
ayudas de la PAC de la Económica Europea, y este es el primer paso
para un manejo de las actividades agrícola-ganaderas más acorde con
la defensa medioambiental de nuestro territorio, Desde ADECANA
exigimos que su gradual implantación suponga una evidente mejora de
las condiciones ambientales de la estepa cerealista y de las especies
que la habitan.
3º)
MEDIDAS QUE ADECANA PROPONE APLICAR PARA EVITAR SU DESAPARICIÓN
ADECANA
defiende desde hace muchos años que es fundamental para tener éxito
en este campo que los estudios y las propuestas que se lleven a
efecto tiene que ser efectivas, pero para ello es fundamental que las
medidas que se adopten mediante la aplicación de la Política
Agraria Europea (PAC), de las medidas agroambientales, y de los
Planes de Ordenación Cinegética (POC) tienen que ir totalmente
integrados, unificados y coordinados en una normativa y planes de
actuación de ámbito superior que los haga efectivos.
De
nada sirve que por parte de los cazadores y de la Administracion se
trabaje en una serie de medidas de regeneración de los hábitats, si
luego la actividad agrícola va totalmente por libre respecto a las
anteriores.
Un
aspecto fundamental para ello es la revisión de las Concentraciones
Parcelarias y sus Declaraciones de Impacto Ambiental que se han hecho
en Navarra, y comprobar si se han llevado correctamente a su
práctica, con el fin de ir recuperando lo destruido, controlando las
zonas de las parcelas agrícolas que no son arables y que han sido
apropiadas ilegalmente.
Otro
ejemplo de ello son los Planes de Ordenación Cinegética, los cuales
en vez de ser únicamente cinegéticos, tienen que ser integrales de
la gestión de cada uno de los territorios que lo integran,
incorporando medidas agrícolas, ganaderas, de actividades de ocio,
etc. solo así podremos conseguir que sean efectivos y que realmente
sirvan para mejorar el medio ambiente, no solo para contar los
animales que existen.
No hay
que olvidar que al ser principalmente un problema medioambiental, la
responsabilidad es del Gobierno de Navarra que es quien tiene las
competencias. Los cazadores somos uno más de los usuarios del campo,
y lo único que podemos hacer es formular propuestas para mejorar y
ayudar en lo que podamos.
Es
fundamental no solo se nos diga que es lo que se pretende hacer, sino
cuales son las líneas económicas que lo van a sostener. No queremos
palabras al viento, sino hechos.” “No solo hay que conseguir
financiación para las ayudas, sino es conseguir que estas sean lo
suficientemente atractivas para que la gente se apunte.
A
entender de ADECANA, es fundamental que la Administración elabore y
apruebe una legislación que establezca las pautas que los
agricultores deben seguir en todo tipo de terrenos agrícolas que
existen en Navarra,
con respecto a la recolección de cereales y demás productos del
campo, regulando, entre otras cuestiones, lo siguiente:
-
Incentivos o subvenciones a los agricultores por acogerse a medidas
de eco condicionalidad, así como difusión de las mismas.
-
Promover e incentivar más la agricultura integrada.
-
No permitir cosechar ni recoger la paja de noche, ya que los
animales salvajes, tanto los de carácter cinegético como los
restantes que pueblan nuestros campos, con el ruido y los focos de la
maquinaria, entran en pánico, se desorientan muy
fácilmente y acaban fatalmente engullidos por las
cosechadoras.
-
Limitar la velocidad máxima que se pueda desarrollar en este tipo de
trabajos, así como la anchura de los rastrillos empleados en
la recolección, ya que tanto la excesiva rapidez con la que
trabajan, como la referida anchura del corte causan graves afecciones
medioambientales.
-
Implantar la instalación en las maquinarias recolectoras y de
recogida de paja de dispositivos espanta fauna.
-Recuperación
y conservación de las cañadas ya que son un espacio fundamental
para la fauna.- -Recuperación de liecos comunales apropiadas
ilegalmente para las parcelas.
-Obligación
de dejar un mínima altura de la paja en el corte.
-Subvencionar
que se dejen 5 metros sin cosechar para refugio de la fauna.
-Estudiar
la incidencia de la siembra directa en la fauna, y el fumigar las
parras con unos productos que matan todo.
-Control
de predadores mucho más exhaustivo, zorros y demás especies. Ahora
hay más predadores que perdices., Los cazadores cada vez se creen
más que crían perdices para que se alimenten los predadores.
-Recolocar
conejos en todos los cotos susceptibles para ello para evitar que el
efecto predación se cebe solo con la perdiz, promoviendo su
reintroducción en aquellas zonas que prácticamente ha desaparecido.
ADECANA Navarra
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